Mittwoch, 26. November 2008

Marea

Si es que nosotros también somos marea. De mares diferentes, pero separados por un continente ínfimo, casi inexistente. Vos, que explotas y, de repente, te acercás y me lamés los pies de mis orillas. Yo, que te veo y me mareo, con vértigo de efificio muy alto. Vos, que se te hace un vertigo en la panza y te mareás, como cuando el avión sube de repente al despegar y te agarrás inconscientemente al asiento, si me vez llegar bramando con el viento de tormenta que a veces traigo. Yo, que crezco y crezco, acercándome a tu orilla (creciendo en tus pensamientos), poblada de sonrisas y mejillas sonrojadas. Vos, que te alejás como viniste, recogiéndote a tu mar inmenso y azul, mientras que a mí me cantan tus historias las caracolas de la playa. Yo, que vuelvo a mis dominios, ciego-azul-oscuro-profundo encierro, mi mar inconmensurable, y a vos te invaden los piratas (según me llegan noticias). Nosotros, en la playa, vacía, mirando el mar, sin decidirnos a mojarnos.

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